viernes, 3 de diciembre de 2010

Un experimento (inocuo, lo prometo)

Este es un experimento muy curioso que consiste en probar la estabilidad del cuerpo en diferentes estados de estabilidad de la mente. Es decir, en distintos estados de concentración mental.

Se necesitan cuatro personas, aunque en las dos primeras pruebas solo participarán dos.

Prueba número uno: El sujeto experimental se coloca de pie, con el cuerpo relajado, los hombros caídos… Para entendernos, como un autómata en posición “off”. El ayudante se coloca fuera de su campo de visión, le empuja muy suavemente por el pecho (muy suavemente, ¿eh? No vale ponerse en plan Bud Spencer) y comprueba cuánto tiempo y cuánta presión aguanta el otro sin tener que dar un paso atrás para estabilizarse. Hay que tener en cuenta que el sujeto experimental no debe empujar hacia delante para contrarrestarlo.

Prueba número dos: El sujeto experimental se coloca de pie, con el cuerpo completamente tenso, los músculos contraídos. El ayudante vuelve a empujarle muy suavemente por el pecho y comprueba cuánto tiempo y cuánta presión aguanta el otro sin irse hacia atrás.

Prueba número tres: El sujeto experimental se coloca de pie, mirando al frente. Dos de los ayudantes se colocan a los dos lados del sujeto. Este tiene que seguir mirando al frente pero debe ver también a los dos ayudantes con su visión periférica. El tercer ayudante debe colocarse cerca del sujeto pero sin estorbar su campo de visión. Los dos que están a los lados empiezan a levantar sus manos aleatoriamente, sin orden ni ritmo, y el sujeto debe indicar cuál de los dos está levantando la mano cada vez. Al cabo de unos segundos y sin dejar de hacer el juego de las manos, el tercer ayudante debe empujar al sujeto por el pecho muy suavemente y comprobar cuánto tiempo y cuánta presión aguanta el otro sin irse hacia atrás.

Bueno, voy a destripar el experimento. Tanto con el cuerpo relajado como con el cuerpo tenso el sujeto aguanta muy poco. Es muy poco estable y en seguida tiene que echarse hacia atrás. Sin embargo, si mientras se le empuja está concentrado en ver a los otros dos y en indicar cuál levanta la mano, es más estable porque su atención está centrada en eso y “olvida” que el cuerpo está siendo empujado hacia atrás.

No está claro por qué sucede esto. Una de las posibles explicaciones es que si tu atención está puesta en el hecho de que te están empujando el cuerpo cede antes que si la atención está puesta en otra cosa. Dicho de otra manera, cuando tu atención está puesta en que te están empujando el cuerpo reacciona cediendo porque en cierta medida es lo que la mente espera de él.

Hala, ya tenéis para pasar un rato entretenidos.

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