viernes, 28 de enero de 2011

Paradojas del microcrédito

Uno de los grupos de trabajo eligió los microcréditos como tema para su exposición, y aportaron datos muy interesantes sobre su papel en la mejora de la calidad de vida de lo más pobres entre los más pobres.

Yo me lo imagino de la siguiente manera: Me imagino a una mujer de América Latina; una mujer, por ejemplo, de Colombia. Vive en uno de los barrios más pobres de Bogotá. Vive con un hombre (me es indiferente si está casada o no) y tiene dos niños pequeños. Recibe una pequeña cantidad de dinero que le permite abrir una pequeña modistería. Es decir, una tienda de arreglos de ropa. Los ingresos de su tienda le permiten pagar la deuda que ha contraído y, además, mejorar las condiciones de vida de su familia (le permite vestir y alimentar mejor a los niños, comprarles cuadernos para que vayan a la escuela, arreglar unas goteras)…

Eso está muy bien. Es imposible (o al menos a mí me resulta moralmente imposible) negarse, oponerse de alguna manera a que los más pobres mejoren al menos un poco su calidad de vida. Ahora bien, esto no impide que el microcrédito (al igual que otros tipos de endeudamiento pero dulcificando sus matices más depredadores) se me presente como una manera de privatizar la pobreza. Y privatizar la pobreza hace imposible politizarla, convertirla en un problema político con soluciones políticas. Las soluciones (y por tanto las responsabilidades) recaen, una vez más, en los individuos aislados, y no en la estructura.

Otro de los datos que me han llamado la atención, es que parece ser que los microcréditos tienen una tasa de morosidad muy baja. Es decir, que los pobres (y en especial las mujeres pobres) siempre pagan. Así se les suponen, y se les exigen moralmente, unos valores morales más altos que a los que no son pobres. Por una extraña paradoja, a los ricos que pueden pagar se les exige una diligencia moral en el pago menor que la que se exige a los pobres que apenas consiguen salir de la miseria.

Ironías del capitalismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario